Tina
Tina es una chica hermosa, aunque no lo sabe. Sí sabe que es inteligente, además es dulce, persuasiva y tiene el don de escuchar.
Acaba de descubrir que es una amante preciada, de esas que inspira sueños húmedos, de las que todos quieren repetir en su cama.
Cuando los encuentros enmarcados en relaciones afectivas y formales predominaron empezó vivenciar su propia despersonalización; con esta permitía disfrutar hasta la ultima gota de placer.
Convivían dos mujeres en un solo cuerpo: religiosa, profesional, moralista y la otra sensual, libidinosa, instintiva.
Incapaz de madurar iba Tina por la vida, la represión sexual se hizo costumbre y Tina entendía cada vez menos las razones por las que seguía sin acertar en la relación amorosa que soñaba.
El día menos esperado, cuando se trasladaba a su lugar de trabajo descifró el enigma que cambiaría su vida para siempre: mientras no se acepte tan carnal como es no podrá mirarse a la cara con sus compañeros de cama; no podrá madurar en ello, tampoco aprender y desaprender.
Parece sencillo pero no lo es; no lo ha sido para Tina... continuará
Ya quiero que salga la otra parte
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