SIRVIENTE DE AMOR

Ese día el taxi de la app llegó 2 minutos tarde, turbado, disculpándose. 
Ya en el auto, habiendo autenticado las identidades de los pasajeros preguntó:
 “¿Viven en Madrid? 
“¿Tienen algún compromiso en Murcia?” A lo que respondimos casi al unísono “no”.
Yo que viajaba para visitar una amiga le conté que iba de visita
-“Ah! Pues no os he causado problemas de horario!”
-“No, tranquilo” respondió la colega joven.
Mientras que la más vieja preguntó: 
“¿Usted trabaja en Madrid?”
El respondió con una evasiva simplona que no pudo evitar que la chica volviera con más a agudeza: “¿Viaja todos los días de Murcia a Madrid?”
A lo que el destrozado corazón ya no se pudo contener más… “Esta es la última vez que vengo”
Y empezamos a escuchar la más  tierna historia de amor jamás contada…
“Vine a Madrid por una chica, es que me he enamorado como un chaval, pero ya no regreso más porque lo hemos dejado”
“Son cosas que pasan”, dijo la chica joven. 
“Durante 4 años de relación venía cada fin de semana, es lejos pero con la app me pago la gasolina y estar con ella vale cualquier sacrificio” proseguía cual crónica de amor.
“Pero yo lo he intentado todo, ya os dije que me enamoré como un niño de 15, al parecer ella no” casi llora explicando cómo se comprometió a amar por los dos, con tal de mantener la relación. “Con eso  no hacía más que conseguir desprecios: una vez me ofrecí para acompañarla al gimnasio, no quiso; otra vez me invitó a una actividad y al saber que participarían miembros de su familia, se negó a  aceptar mi asistencia” Al parecer su amada no estaba orgullosa de socializar esa relación “ya sólo vamos juntos al súper, es más, las últimas veces voy solo; parece que quiere un amante, no una relación” 
- “Un sirviente de amor” acoté 
“Me ha pedido su espacio, se lo he dado, me ha pedido tiempo para olvidar su ex, también lo he consentido” Casi pierde el rumbo del viaje de tanta perturbación emocional, y continúa diciendo: “lo único que espero de ella es un poco de cariño, que pasemos tiempo juntos, como cuando empezamos la relación.”
“El día que la conocí, vino con su amigo a mi cuarto de alquiler, me gustó a primera vista, no perdí tiempo en decirles que no buscaba trabajo pero sí pareja. Cuando vine a Madrid por diligencias quedamos para un café y arreglamos para pasar el verano juntos, hay qué ver cómo la pasamos, aún recuerdo cómo nos divertimos, le encantanban mis masajes en el cuello. Al final de ese verano cambié mi rutina para venir a Madrid cada fin de semana, lo hacía por amor, al parecer ella lp soportó hasta el hastío”

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